domingo, 15 de julio de 2007

bibilos

Perro sueño él,
sin carne ni sangre
sentado sobre mis pies.
Lo golpeé sin piedad,
hasta lamer su pena,
hasta rodar otra vez
por entre mis ansias y sus ganas.
lo golpeé y abrió los brazos
esperando la estocada final
o el color de mi mano.
Lo golpeé y, sin sorpresa ni sonido,
empezó a desvanecerse,
a elevarse tiernamente,
como un helicóptero en llamas.

3 comentarios:

señor C dijo...

Que bellas y macabras imàgenes,
como tus caderas...

León Sierra dijo...

El señor c, que en devaneos sinuosos atenta contra las leyes de la gravedad, ahora también extendiendo sus ámbitos a otras posibilidades?

quizá el feed back sea algo más que un simple constructo, quizá la ola en la que deslizar la mano sinuosa...

Qué dice el poeta?

señor C dijo...

oye pajarito, carga nuevos textos, pues
jp