...yo siempre preferí escarbar los escombros de las fiestas. en ellos uno podía encontrar pequeños tesoros que se fabricaban luego del espantoso tumulto, bullicio y estropicio. los guardaba en el bolsillo, para olvidarlos, y miraba con desprecio la innecesaria huella de la gente. total, el mundo NO es de nadie.
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