viernes, 3 de agosto de 2007

Plan de Muerte

El ladrido se va apagando. Las ruedas besan el pavimento y arrullan con su voz
mi fallido plan de muerte. Las ruinas de mis sueños cumplen demasiados años,
pierden demasiados rumbos; el silencio y la quietud empiezan a reemplazar el cuento.
Abrir una vez más los ojos, levantar una vez más la mano, para pedir una prórroga, un suspenso. Abrir un vez más los ojos porque no fue hoy su cita con la suerte. Porque soy hijo de Lázaro, obligado a renacer, a revivir, a reecontrarse con el tiempo.

No camino más sobre la hierba crespa, ni me abrazo ya a su torso viejo. Solo tengo ahora un dedo más largo, un ojo más ciego, un cielo más negro.

Las ruedas han callado y no hay arrullo para este plan de muerte. Yazco tumbado sobre el viento. Floto sin peso bajo el suelo, me saludan los huesos de los tiestos. El Sagrado Corazón de Jesús es un punto blanco en la pared y destella débil y en silencio -me hace guiños de misterio, me susurra besos sin aliento.

Ya no hay arrullo, ya no hay silencio, ya no hablo más de mi fallido plan de muerte...

3 comentarios:

Julia dijo...

Tú, el favorito de la tía Adriana, también eres mi favorito. Me alegro que te hayas decidido a publicar tus textos porque son muy valiosos y nos has quitado el placer de leerlos por tanto tiempo.

Julia dijo...

Un plan de muerte, ese espejo de deseos que nos cobijan cada noche...

Julia dijo...

Todas las fotos están hermosas. Un saludo para Sofía Calderón de la Barca. Besos